![]() Entrevista a Martina Legris ¿Cuál es tu posición actual y en qué institución? Soy becaria postdoctoral Marie Curie en el laboratorio de Christian Fankhauser, en la Universidad de Lausanne, Suiza. Estudio cómo las plantas perciben la luz y regulan su desarrollo para adaptarse al ambiente donde viven. En particular actualmente me estoy focalizando en entender cómo las fototropinas controlan el desarrollo de la hoja. Además de investigar hago docencia en la Universidad y siempre que puedo participo en actividades de divulgación científica. ¿Podés contarnos brevemente cómo llegaste a dónde estás ahora? Estudié Cs. Biológicas en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FCEyN) de la UBA. En la Carrera me gustaban los microorganismos y las plantas, pero después de cursar Fisiología Vegetal decidí que quería estudiar ritmos circadianos en plantas. Entonces, con la ayuda de Santiago Trupkin que entonces era ayudante de la materia, entré como tesinista en el laboratorio de Marcelo Yanovsky, en la Fundación Instituto Leloir. Ahí Sabrina Sanchez me enseñó a trabajar con Arabidopsis, y desde entonces trabajo en temas relacionados con las respuestas de las plantas al ambiente. En paralelo trabajé dos años como ayudante de segunda en Introducción a la Botánica (FCEyN, UBA). Durante mi doctorado con Jorge Casal, también en el Instituto Leloir, estudié cómo los fitocromos controlan el crecimiento del hipocotilo en respuesta a señales de luz y temperatura en Arabidopsis, y trabajé como ayudante de primera en la cátedra de Fisiología Vegetal, en la Facultad de Agronomía, UBA. En el último año del doctorado decidí que quería estudiar procesos de desarrollo vegetativo regulados por luz, pero en órganos más complejos que el hipocotilo. Entonces me contacté con Christian Fankhauser (con quien ya había hablado durante un congreso el año anterior), le conté lo que quería hacer y armamos un proyecto para presentar a becas. Me presenté a todas las becas que había: EMBO, Marie Curie, Human Frontiers. La EMBO me salió en febrero y gracias a eso en agosto pude mudarme a Suiza. ¿Qué fue lo que más te inspiró a seguir esta carrera? ¿Cuándo sentiste el llamado? Tuve la suerte de crecer en una casa con jardín, y toda la vida estuve rodeada de bichos y de plantas. La naturaleza siempre me llamó la atención. Así que cuando tuve que elegir carrera universitaria mis opciones eran todas relacionadas con la biología. Seguramente mi familia y mi escuela tuvieron mucho que ver en esto. De chica, dos cosas que sé que influyeron en mi fueron las Olimpiadas de Matemática, y las visitas a los eventos de puertas abiertas del Instituto Leloir. Participar de esas actividades hizo que de chica me acerque al mundo de la ciencia, y que me resultara un ambiente familiar. Por eso pienso que es muy importante mantener y promover las actividades de divulgación para despertar vocaciones científicas. En la carrera los docentes de las materias Fisiología Vegetal y Anatomía Vegetal me sirvieron de modelo y me confirmaron que eso era lo que quería seguir haciendo. La docencia y la divulgación fue lo que me dio pilas en los momentos de menos motivación. Y sin lugar a dudas haber tenido la posibilidad de trabajar con científicos como Jorge Casal y Marcelo Yanovsky, y pertenecer a la comunidad del Instituto Leloir, hizo que mi vocación creciera a lo largo de los años. ¿Qué consejo le podrías dar a las mujeres que recién empiezan en esta carrera para ayudarles a estar más preparadas? Lo más importante es rodearse de gente buena. Eso es verdad en cualquier aspecto de la vida, pero en esta carrera muchas veces el prestigio o la calidad académica se ponen por sobre todas las cosas y pienso que es un error. Claro que lo mejor es buscar gente que reúna todas las cualidades, pero la prioridad en mi opinión tiene que ser trabajar en un lugar acorde a los valores propios y donde el día a día se pueda disfrutar. Por otro lado, hay que tener confianza en nuestra formación. La calidad académica y científica en Argentina no tiene nada que envidiarle a ningún país del mundo. Creo que hay que tener eso en cuenta cuando nos presentamos a trabajos, becas, etc. Y en mi opinión, hay que presentarse a todo lo que se pueda, no dejar pasar oportunidades. ¿Querés agregar algo más para compartir con este grupo? Además de felicitar a las organizadoras por la iniciativa, quería agregar que estando lejos poder seguir en contacto con la comunidad de científicas argentinas es una alegría enorme. La alegría y la pasión por lo que hacen es contagiosa. Así que muchas gracias! Y si se quieren contactar conmigo pueden escribir a martinalegris@gmail.com.
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